lunes, 11 de noviembre de 2013

Situación laboral de revolución industrial


        La realidad laboral de la época se caracterizaba por la ausencia total de condiciones y garantías que hoy son comunes. No existían los contratos de trabajo, las jornadas laborales se podían extender por doce o más horas, no había sistemas de previsión y de salud ni de salarios mínimos. Las huelgas eran ilegales, y cuando se producían eran reprimidas con violencia. El hacinamiento y las escasas condiciones de higiene facilitaban la propagación de enfermedades.
       Las realidades sociales generadas por la Revolución Industrial provocaron la aparición del movimiento obrero en Inglaterra, desde donde se propagó al resto de Europa. Se formaron los primeros sindicatos. Los sindicatos tenían por finalidad lograr una serie de mejoras en las condiciones laborales (horarios de trabajo, remuneraciones, etc.), pero al poco tiempo incluyeron reivindicaciones políticas, como el sufragio universal.
       Aparecieron nuevas corrientes de pensamiento, como el marxismo. Carlos Marx, un filósofo alemán, redactó junto a Federico Engels el Manifiesto Comunista, donde afirmaron que los problemas sociales eran consecuencia de la lucha entablada entre una clase dominante, la burguesía, y una clase dominada, el proletariado.
       Así, la historia era la historia de la lucha de clases entre propietarios y desposeídos, la que concluiría con el establecimiento de la dictadura del proletariado, etapa en la que se iniciará la construcción de una sociedad sin clases.